Cuando te planteas cambiar de hábitos y te obligas a llevar entre semana una dieta restrictiva y aburrida, corres el riesgo de querer darte un capricho, que se convierta en atracón, con el consiguiente sentido de culpabilidad que eso conlleva. Pero debes entender que recompensar tu esfuerzo cada cierto tiempo no tiene nada de malo, sino que puede ayudarte a generar una relación más equilibrada con la comida provocando un mejor estado físico y mental.
¡Empieza a cuidar de ti!