¿Por qué no sigues haciendo deporte?

Quizá lo de practicar un deporte siempre aparece en tu agenda en el “debe”. Seguramente has tratado de comenzar a moverte y has puesto en práctica alguno de los retos de deporte de Womenalia Health Ptoject, pero finalmente ha quedado sólo en un intento o en unas semanas de esfuerzo penoso del que has salido huyendo la primera vez que te flaqueó la voluntad.

El problema radica básicamente en estos dos motivos:

Aún no has dado con tu deporte ideal

La primera razón por la que empiezas a hacer ejercicio y lo dejas es porque lo que haces no te gusta, así de simple.

Hay personas que se sienten bien realizando un trabajo de fondo, como las largas caminatas o la natación en solitario. Otras prefieren los ejercicios agresivos como el spinning o el running y muchas los deportes de equipo como el padel. Incluso puede que a ti te guste bailar o bucear, hay múltiples formas de movilizar el cuerpo no circunscritas a las modalidades deportivas clásicas.
Cualquier elección es válida, elige la tuya, pero piensa en lo más importante: que te guste practicarlo. Cuando un deporte te fascina y realmente te diviertes, no lo abandonas.

El comienzo debe ser gradual

Es muy común que cuando nos proponemos comenzar a practicar deporte estemos altamente motivados y comprometidos con nuestro objetivo. Si hemos elegido el deporte correcto, el que realmente nos gusta, es posible que fracasemos por el exceso de entusiasmo que nos hace forzarnos en exceso al comienzo.
Si te gusta montar en bici y decides utilizar los sistemas a tu disposición en las grandes ciudades para asistir al trabajo pedaleando, ten en cuenta que tienes que plantearte el objetivo de forma gradual: comienza por hacer un pequeño recorrido de, digamos, un kilómetro en bici y después coge el bus para llegar al trabajo. A medida que te sientas cómoda con la distancia, puedes comenzar a aumentar el recorrido que realizas a pedales, hasta que logres llegar a la oficina sin usar el bus.
El secreto es que escuches a tu cuerpo y reconozcas el momento de bajarte de la bici. Si no lo haces, estarás forzando la máquina y tu cuerpo responderá con dolor, molestias, cansancio excesivo y eso ayudará a que abandones en los próximos días.
Cuando eliges una modalidad deportiva con la que disfrutas, no aparecerá la famosa “pereza” simplemente porque cada día esperaras que llegue el momento de la práctica, te lo digo por experiencia. Y si además sabes cómo avanzar y cuando parar, no experimentarás las malas sensaciones que a veces nos empujan a abandonar.

Movilizar tu cuerpo de manera regular y sin excesos produce a medio-largo plazo una sensación de placer que te motiva a continuar. Esto se produce porque el cuerpo segrega endorfinas -la hormona del placer- cuando lo movilizamos saludablemente. Además, hacer deporte regular mantiene tu figura, previene de numerosas enfermedades y retrasa el envejecimiento. ¡No se puede pedir más! ¿Te atreves a empezar?