Como te comentábamos en el artículo anterior, el sedentarismo es un grave problema que cada vez padecen más personas por la falta de tiempo o las comodidades del día a día.
En nuestro último reto te propusimos que aumentaras el número de pasos diarios. Como sabemos que ya te has puesto en marcha, te dejamos varias ideas que te ayudarán a incorporar en tu rutina ciertos hábitos sencillos que te van a ayudar a llegar a esos 10.000 pasos diarios que según la OMS es la diferencia entre un estilo de vida activo y uno sedentario.
Aunque te parezca una cifra inalcanzable, piensa que una persona sedentaria camina de media 5.000 pasos, por lo que, como mínimo estás a medio camino. ¿A que ya resulta más accesible?
Una vez que ya tienes la mitad ganada, un buen comienzo sería bajarse una estación antes en el metro de camino al trabajo o a clase. Así de paso te da un poco de aire fresco antes de arrancar el día y podrás encararlo con más energía.
Cuando ya hayas llegado a tu destino aprovecha esa inercia y sube por las escaleras, nada de tener que esperar al ascensor.
Durante el día, intenta no quedarte sentado muchas horas, camina y date un paseo, si tienes que hacer una pregunta a un compañero levántate y házsela. Incluso puedes aprovechar cuando vas al lavabo para aumentar el número de pasos yendo al de otra planta. Eso sí, no nos utilices como excusa para no trabajar, sino como excusa para sentirte mejor.
Si con todas estas técnicas sigues sin llegar a los 10.000 pasos o, sí has llegado pero quieres más, aprovecha los paseos con tu mascota, los momentos con la familia e incluso puedes mantener reuniones de trabajo de manera activa.
Si por el contrario los 10.000 pasos todavía son un objetivo demasiado ambicioso, no desesperes, no hace falta que hagas todos estos trucos de un día para otro, sino que puedes empezar con algunos de ellos e ir sumando paulatinamente.
Estamos seguros de que en muy poco ya nos estarás preguntándonos cómo poder llegar a los 15.000 pasos.