Hola querida lectora, de nuevo encantadas de escribir unas líneas para acompañarte y compartir contigo este espacio que cada mes nos brindas.
Esperamos que nuestro artículo de octubre te haya facilitado tomar conciencia de los efectos en el día a día, y en relación contigo misma, de esos momentos de paciencia y aceptación, que nos abren la puerta hacia un estado más cálido y protector. La práctica continuada desde estos dos principios de mindfulness, te permitirán alejarte de esa exigencia diaria y continua, que muchas veces, se convierte en esa compañera de viaje incomoda a la que te gustaría cambiar de vagón o que estuviera en modo “silencio”.
En este mes de noviembre, preámbulo del cierre del año, queremos brindarte la invitación, a que pongas atención en todos tus logros. Que pongas atención en todo lo que has conseguido hasta a la fecha, y en las fortalezas y recursos que hay en ti, que te han ayudado a convertir lo que pretendías en una realidad.
A muchas os acontecerá que tenéis muy claro vuestras bondades y destrezas, y las ponéis en acción a demanda; mientras que otras dudaréis si las tenéis, e incluso puede ocurrir, que ni seas conscientes de que las tienes, y de cuáles son.
Te queremos llevar por un viaje de autoconsciencia valorativa, y de apreciación de la situación actual, que puede ser, que en muchos casos, consideramos que dista de nuestros sueños, o de lo esperado.
¿A qué se debe que consideremos que nos falta siempre algo? Muy simple, el ser humano tiene una tendencia inconsciente a poner el foco en lo que le falta, en lugar de en lo que tiene. Generando de este modo, sensación de no haber conseguido lo esperado. Y ello, nos lleva en muchos casos, a no dar valor a aquello que sabemos hacer y somos. Quizás si re-enfocamos nuestra mirada y giramos un poquito, nos daremos cuenta de que hay un jardín que no habías apreciado, o una persona que tiene muchas más virtudes que defectos.
¿Qué nos ocurre cuando conseguimos algo que nos proponíamos? ¿Pensamos en nuestro siguiente objetivo? ¿O por el contrario, lo saboreamos? ¿Nos damos gracias por el esfuerzo y tesón invertido? ¿Agradecemos a nuestro entorno por la paciencia que fue necesaria? Aunque no estés viviendo tu situación de vida ideal, ¿sabes valorar lo que tienes y experimentas? ¿Sabes agradecer lo que eres?
Te invitamos a descubrir los efectos beneficiosos de ir un paso más allá en la aceptación de la cotidianeidad. Jon Kabat Zin, al que mencionamos en los primeros artículos, y quien es considerado la persona que ha introducido y expandido el Mindfulness a Occidente, incluye actualmente la gratitud como uno de los principios postulados que genera efectos positivos directos en nuestro cerebro. Demostró científicamente que tras la práctica continuada de Mindfulness durante 8 semanas, se manifestaban cambios en la neuroplasticidad de nuestro cerebro, ampliándose las zonas relacionadas con la calma, la concentración y el bienestar, y la sensación de mayor calidad de vida.
La gratitud puede definirse como una experiencia placentera que genera en la persona una actitud de apreciación de la vida y aceptación del pasado tal cual ha sucedido. Algunos estudios indican que experimentar gratitud incrementa el afecto positivo, la satisfacción con la vida, inhibe los comportamientos de hostilidad y conduce a mejorar las relaciones sociales. Ello, nos permitirá transitar por la vida de un modo mucho más consciente, experimentando cada momento presente, de una manera objetiva, dando un paso atrás, observando y permitiendo generar un espacio de respuesta.
En tres célebres estudios realizados por Emmons y McCullough (2003) se observó que “inducir un estado de gratitud a través de ejercicios de gratitud autoguiados conduce a beneficios emocionales, físicos e interpersonales”. Esto hace que aumente el bienestar psicológico de la persona.
Además, repercute directamente en nuestra salud, disminuyendo los niveles de estrés y ansiedad, ganando en la calidad del sueño, y mejorando el funcionamiento cardíaco.
Te invitamos a que experimentes los efectos del principio de la gratitud consciente respirando y meditando sobre tu lectura, para que, con atención plena al momento presente, valores con esa mirada apreciativa, las bondades de tu persona y de tu entorno personal y profesional.
El verdadero viaje de descubrimientos no consiste tanto en buscar nuevos paisajes como en contemplar los viejos con ojos nuevos – Marcel Proust
¡Feliz mes de noviembre!
Gema Menéndez y Cristina Arca