Entreno Conciencia es un programa que busca crear conciencia en la ciudadanía juvenil, sobre el impacto que tienen nuestros hábitos de consumo en las personas que producen lo que compramos y consumimos, ligado a un acto sano y cotidiano como es la práctica del deporte. Se pretende contribuir al desarrollo de una economía social y solidaria, regida por los valores de la cooperación, democracia, ciudadanía global, igualdad, solidaridad, Derechos Humanos y medio ambiente, donde las relaciones comerciales se apoyen en los principios y valores del Comercio Justo y de una economía global y solidaria, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
Se trabaja en centros educativos y deportivos a través de un elenco de 13 actividades educativas y deportivas: La pelota injusta; el ojeador; historia de una pelota; La carrera desigual; Hecho en; Fútbol 3… que les permitirán conocer cómo el comercio justo, el consumo responsable y la igualdad de derechos puede mejorar la vida de las personas que producen lo que nosotros consumimos y cómo pueden cambiar las reglas del comercio internacional.
Jóvenes de escuelas deportivas municipales y centros educativos de más de quince ciudades de España ya están entrenando conciencia a través de actividades de sensibilización que vinculan los valores del deporte al comercio justo, al consumo responsable y a la igualdad de género.
Hablamos con Rocío Fernández Treviño, responsable de sensibilización y educación para el desarrollo de Taller de Solidaridad y responsable del programa Entreno Conciencia.
Entreno Conciencia trabaja Objetivos de Desarrollo Sostenible, ¿en cuáles se enfoca principalmente?
Entreno Conciencia trabaja desde los ODS, focalizándose fundamentalmente en dos de ellos: el ODS 5 de igualdad de género y el ODS 12 de producción y consumos sostenibles.
Todas las actividades trabajan, por medio del deporte, los valores de comercio justo, consumo responsable, derechos humanos e igualdad de género. Esto supone, a parte de la vinculación con los dos ODS mencionados anteriormente el 5 y el 12, la transversalización de otros como son el 1,2,4,8,9,13,14,16 y 17.
Es un hecho innegable que el deporte aporta muchos valores positivos como el compromiso, la responsabilidad, respeto, trabajo en equipo y máxime si se trabaja desde edades tempranas, ¿qué tipo de acciones y/o actividades lleváis a cabo desde del programa?
Desde el programa se llevan a cabo 13 actividades divulgativas y deportivas que enlazan los valores del comercio justo, el consumo responsable y la igualdad de género a través del deporte.
Se trata de cambiar las reglas de juegos o deportes convencionales para hacernos pensar en que cuando el punto de partida no es en igualdad de condiciones, llegar a la misma meta o conseguir los mismos resultados es mucho más difícil.
Actividades como la “Carrera Desigual”, donde chicos y chicas recorren el mismo camino, pero ellos cuentan con una serie de obstáculos que simulan las dificultades de las mujeres en el mundo laboral, lo que les hace ponerse en la piel de quienes sufren discriminación por razón de género y les invita a abrir un espacio de reflexión necesario para los y las más jóvenes.
Otras actividades, como “Hecho en”, les hace mirar la etiqueta de su ropa para ver la procedencia de la misma, lo que les lleva a reflexionar acerca de cómo están hechas las prendas que llevamos y cuáles son las condiciones de las personas que lo producen. Nos acerca a una bonita reflexión sobre derechos humanos, género, consumo responsable y comercio justo.
Además de estos dos ejemplos, contamos con otras 11 actividades, y una exposición interactiva llamada Miradas al Cubo, que se compone de un cubo con distintas situaciones deportivas en una cara y realidades complejas si miras a través de una mirilla. Esta, además, cuenta con dos paneles de alternativas para empezar a entrenar tu conciencia a través de diferentes opciones y acciones.
¿Cómo puede el deporte promover habilidades clave para empoderar a l@s jóvenes para convertirse en líderes del futuro?
El deporte ha sido considerado tradicionalmente un medio apropiado para conseguir valores de desarrollo personal y social; afán de superación, integración, respeto a la persona, tolerancia, aceptación de reglas, perseverancia, trabajo en equipo, superación de los límites, autodisciplina, responsabilidad, cooperación, honestidad, lealtad, etc. Hemos considerado estos valores para aproximarnos a un público diferente y muy numeroso, para poder acercar a través de un paralelismo entre los valores del deporte y del comercio justo, el conocimiento de diferentes opciones de consumo, más responsables y éticas, teniendo siempre presente la perspectiva de género y los Derechos Humanos.
A edades tempranas es cuando se adquieren valores y conceptos que sientan las bases futuras de muchos de nuestros pensamientos adultos, y convertirse en líderes del futuro pasa por tener asentados los valores y dar las herramientas necesarias para que la inteligencia emocional se incorpore en edades tempranas. Y más concretamente en las edades trabajadas para el programa (de 11 a 15 años), donde la psicología evolutiva nos demuestra que es una edad de cambio, de reflexión, de asimilación del entorno y de especial énfasis en cambiar las cosas que no funcionan a tu alrededor.
¿Habéis detectado que a día de hoy se siga fomentando la práctica de deporte femenino a título individual en detrimento de los deportes de equipo que fomentan valores de colectividad y cooperación?
No, no ha sido una práctica que hayamos notado especialmente en los centros educativos y deportivos.
Lo único que hemos percibido es que los deportes se dividen en deportes para chicos o para chicas en muchos de los centros del programa, lo que les hace elegir desde muy pequeños y pequeñas una práctica deportiva determinada según su género. Se les hace ver que no son iguales de válidas ellas que ellos según el deporte y esto supone que llegada la adolescencia, las chicas abandonan muchos de los deportes que han practicado desde pequeñas y, en definitiva, hagan menos prácticas deportivas.
¿Es la falta de visibilidad de referentes de mujeres deportistas un hándicap para las niñas y adolescentes?
Sí, el no tener referentes deportivos femeninos hace que niñas, en edades tempranas, no sientan que tienen las mismas capacidades que sus homólogos masculinos. Conocer a profesionales en diferentes sectores te hace creer que tú, al igual que ellas, puedes llegar lejos. Lo que no se ve ni se menciona parece que no existe y la falta de referentes no contribuye a que se vean reflejadas en ninguna figura representativa.
Al final, las niñas tienen pocos referentes en muchas de las profesiones y apenas conocen a mujeres importantes en casi ningún área, lo que les quita fuerza a la hora de seguir su camino profesional. El deporte es una opción más de tantas donde ellas no se ven identificadas, pero podríamos hablar de profesiones de riesgo, de la ciencia, hostelería, etc. El ponerle voz, nombre y relevancia es un óptimo mecanismo para empoderar a las niñas.
Y flaco favor hacen los medios de comunicación en el mantenimiento de estereotipos de género dentro del deporte… ¿no os parece?
Sí, totalmente. Los medios de comunicación perpetúan los estereotipos de género en todos los ámbitos y especialmente en el deporte. En este sentido, las mujeres tienen una representación mínima, tanto como comunicadoras, como foco de la noticia. Se habla poco de las deportistas y muchas veces se hace como si fueran ciudadanas de segunda en lo que al deporte se refiere. Se siguen exaltando cualidades estereotipadas de su género femenino y poniendo en poco valor sus éxitos profesionales. Es cierto que cada vez son más las protagonistas de las noticias, pero aún creemos que hay que dar pasos de gigante en los medios de comunicación en lo que a enfoque de género se refiere.
Y ahí es donde surge la propuesta de dar voz 25 deportistas que han hecho historia… ¿Cómo se gestó la iniciativa y cómo se ha recibido tras la presentación oficial del pasado 7 de noviembre?
Es en todo el anterior contexto cuando somos conscientes de la necesidad de poner voz, protagonismo y presencia a las mujeres deportistas profesionales. Y qué mejor manera de hacerlo que empezar con la ciudadanía más pequeña, que es sobre la que se asienta las bases de la población presente y futura, y sobre la que hay que actuar para sembrar los cimientos de la igualdad.
A partir de aquí, se contactó con diferentes autoras, escritoras y voluntarias de la propia Fundación Taller de Solidaridad, para que comenzaran las historias. Después, elegimos a 25 mujeres y comenzamos el proceso. Esta elección fue complicada pues en España tenemos a multitud de verdaderas profesionales en el mundo del deporte; decidimos acotar a 24 historias para que fueran 2 historias por cada mes, pero visto el éxito y la relevancia de la publicación, y el número de descargas de la misma, no descartamos hacer nuevas ediciones con otras apasionantes deportistas.
Desde que presentamos el libro “De niñas a leyendas. 25 mujeres deportistas que han hecho historia”, el pasado 7 de noviembre, no han parado de crecer las descargas gratuitas de la publicación. Tal es así, que hemos decidido sacar una nueva tirada de ejemplares editados por la propia Fundación Taller de Solidaridad y que podéis comprar en el siguiente enlace.
El número de mujeres deportistas ha aumentado muy positivamente, pero no encontramos un incremento proporcional en el número de entrenadoras, árbitros o juezas y mujeres en órganos de dirección, organización y gestión del deporte y es que parece que nos seguimos centrando en incentivar la práctica, pero la toma de decisiones sigue estando asociada a los hombres ¿cómo debemos abordar el cambio?
Efectivamente, nos encontramos que las mujeres solo ocupan el 23% de los puestos de poder de los órganos de dirección o decisión en el mundo del deporte. Esta práctica se sucede no solo en el mundo deportivo, sino en todas las áreas laborales en las que se encuentran las mujeres. Los puestos técnicos son ocupados por mujeres, mientras que los de toma de decisiones son abordados por hombres. Esto tiene una doble explicación, por un lado, sigue existiendo en el imaginario colectivo que las mujeres tienen menos dotes de liderazgo que los hombres y son más vulnerables a las emociones; y por otro, que las mujeres asumen mucho más el papel de cuidados de menores y mayores, lo que les relega a una situación de mucha mayor dificultad en cuanto a lo que la conciliación familiar y laboral se refiere.
Para contrarrestar esto, una de las principales vías pasa por sensibilizar a la población más joven en temas de igualdad para que la ruptura de estereotipos se instaure desde que somos pequeños y pequeñas. La otra parte, que también va relacionada con la primera, pasa por la incidencia política para que las leyes contrarresten la desigualdad existente entre hombres y mujeres y permitan disminuir la brecha salarial.