Es una realidad, nuestro modelo de vida es sedentario. Ya no somos nómadas y disfrutamos de confortables campamentos urbanos en los que, más allá de las vacaciones, algún viaje de trabajo y escapadas de fin de semana, la mayoría de la gente pasa su vida con trabajos medianamente estables.
Eso nos lleva al escritorio, la tienda, la consulta y cualquier empleo que suponga estar sentados o de pie durante períodos largos.
Aunque hagas ejercicio con frecuencia, es muy difícil equilibrar la balanza entre las 8 horas que dedicas a tu vida profesional y los escasos 30 minutos, (según estadísticas de hábitos deportivos), que dedicas al día a realizar alguna actividad física.
Conforme al diseño anatómico del cuerpo humano, deberíamos parar al menos cinco minutos cada hora para levantarnos del asiento, estirar las piernas, hacer distintos movimientos, estiramientos, soltar un poco las caderas y evitar el entumecimiento muscular y articular.
Una parada activa es una fracción de tiempo muy corta dedicado a mejorar cómo te sientes física y mentalmente. Y, lo que es más importante aún, es tiempo empleado en prevenir que te sientas peor en un futuro.
No estamos diseñados para estar quietos. Las posiciones que adoptas a lo largo del día pueden ser un verdadero cultivo de males, o convertirse en la base de una buena
salud postural y de una jornada libre de dolores de espalda, de hombros, de cuello, de brazos, de cabeza, de piernas, de molestias circulatorias y de estados de nerviosismo, fatiga o estrés.
¿Y si te dijera que tu escritorio se puede convertir en tu mayor herramienta de salud en el entorno laboral? Y es que en el trabajo también tenemos el potencial de ser personas dinámicas si nos proponemos tener una actitud proactiva.
Entre otros beneficios, sentirás que te tomas un respiro, que la mente descansa y te concentras mejor después, que la vitalidad a lo largo del día se mantiene alta, que eres más productivo en general y que, a la larga, rindes al cien por cien evitando formar parte de las sobrecargadas filas del absentismo laboral. Es lo que llamamos hacer un Daily Reset.
¿Te apuntas?