Cuando hablamos de comida real, nos referimos a la diferencia entre comer/alimentarnos, y nutrirnos
La alimentación o las comidas, son algo consciente. Y la nutrición algo inconsciente.
Sabemos que comer se trata de ingerir nutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas. Y también micronutrientes; vitaminas, minerales y agua. Pero a la hora de la verdad, lo que debemos tener claro, es que comemos alimentos, y debemos cuidar qué clase de alimentos compramos y preparamos en cada una de nuestras comidas.
Comer es la única cosa que con seguridad hacemos desde que nacemos hasta que morimos. Todos los días de nuestra vida, y varias veces al día. Es por esto que es de vital importancia cuidar lo qué comemos, dónde lo compramos, cómo lo preparamos, y como no, si está rico y por tanto, cómo lo disfrutamos.
Una de las últimas tendencias que podrás ver y escuchar en las redes es la comida real. El término comida real se refiere a la buena elección de alimentos “de verdad”. Mínimamente procesados, respetando su esencia y sus sabores. Con métodos de elaboración que nos hagan disfrutar de sabores originales, y que mantengan todas sus propiedades, tanto a nivel “nutrientes”, como a nivel gustativo.
Los alimentos ultraprocesados (bebidas azucaradas, bollería, dulces y salados, platos precocinados, cereales refinados, salsas comerciales…) quedan fuera de esta lista. Cuantos menos comamos, mejor lo estaremos haciendo. Y cuanto menos los comamos, menos ganas tendremos de comerlos, es aquí cuando estaremos en el buen camino.
Los ultraprocesados son preparaciones industriales que contienen más de 5 ingredientes entre los que constan azúcar, harina, aceite vegetal refinado, aditivos y sal en proporciones superiores al 5% -10% sobre el total.
Entre medias de los ultraprocesasdos y la comida real podemos encontrar muchos “buenos procesados”. Gracias a ellos ganamos comodidad en nuestras comidas del día a día. Por ejemplo, las verduras en conserva y congeladas, las legumbres en bote, el pan integral, el AOVE, las bebidas vegetales, y por supuesto los productos lácteos fermentados (yogurt natural, kéfir, etc).
Este tipo de alimentos están envasados y en su etiqueta no hay más de 5 ingredientes. Si aparecen azúcar, harina o aceite vegetal refinado será en una cantidad inferior al 10% del total.
Además de centrarnos en comida real tenemos que ser conscientes de que nuestra alimentación diaria tiene que tener un equilibrio con los nutrientes que nos aporta para poder llevar a cabo de manera saludable nuestras funciones diarias.
En general en cada alimento encontramos varios tipos de nutrientes que dependiendo del alimento lo harán en mayor o menor proporción.
Hay quienes incluyen como nutriente el alcohol ya que aporta calorías. La diferencia es que estas calorías son las llamadas calorías “vacías”: nuestro cuerpo no las utiliza para cumplir funciones vitales.
Los micronutrientes son los que nuestro organismo requiere en cantidades más pequeñas. Hablamos de las vitaminas y los minerales presentes en todos los alimentos.
Para saber que estás obteniendo un aporte equilibrado asegúrate que tus platos tengan mucho color.
Como resumen os proponemos lo que un buen Gooder debe incluir en su día a día.