Comida consciente

Lo que persigue este reto, es desarrollar nuestra capacidad de concentración, así como, reducir el ansia con la que solemos alimentarnos durante la semana. Mejorar nuestras digestiones, y sobre todo, rebajar el estrés mental que hemos generado durante la mañana.

Te proponemos que realices una o dos comidas conscientes durante esta semana como punto de anclaje a la práctica informal de Mindfulness y veas los beneficios por ti misma.

Presta atención a qué significa para ti el acto de comer, quizás es el mero hecho de ingerir alimento y sigues trabajando, o más bien, aprovechas para relacionarte, y echarte unas risas.

Centrate en estas dos cuestiones para hacer bien esta práctica y lograr el reto:

• Primer paso, debes decidir, si vas sola a comer o quieres ir acompañada. Si vas sola, debes prestar atención al tipo de discurso mental que tienes durante el momento de la comida y anotarlo. Si vas acompañada, lo adecuado es prestar atención de si realmente estás escuchando, o más bien estás preparando lo siguiente que vas a decir.
• Segundo paso, consiste en poner todo los sentidos en el alimento que ingieres, acción que resulta más fácil si vas sola, aunque en este caso, no te distraigas con el móvil, ni la tele,… se trata de poner atención a cómo masticas, cuantas veces lo haces, a disfrutar de cómo eclosionan los sabores de lo que te estas tomando en tu boca, y sobre todo, cómo te sienta todo este proceso a nivel de bienestar.

Si vas acompañada, comparte el reto con esa persona, y comparad qué sensaciones tenéis… ¿serán las mismas?