Este mes el reto, va resultar divertido, y te animamos a que lo experimentes desde la ecuanimidad y aceptación incondicional.
Una frase que nos solemos decir es:
Si puedo influir sobre los resultados, ¡hazlo! De lo contrario ¡disfruta del momento!
Desde la práctica de mindfulness, te proponemos que antes de estos eventos hagas una meditación con atención a la respiración, de al menos 11 minutos. Te ayudará a sosegarte, a rebajar el nivel de ansiedad y a vencer la resistencia a no querer ir.
Además, trabaja tus pensamientos a lo largo de este mes, valorando todo lo positivo que estás viviendo… envíate mensajes optimistas desde que te levantas hasta que te acuestas… del estilo a: hoy va a ser un buen día a pesar de todo el lío que tengo; respirando soy más conscientes de cuando aplicar mis fortalezas; si surgen imprevistos, estoy preparada para tomarme unos minutos en pensar cuál es la mejor manera de resolverlos, en esta cena me pienso divertir, etc… Modela tus pensamientos acerca de tu realidad, y analízala desde otra perspectiva.
Medita sobre qué sientes, y cómo puedes transformar tus emociones para sentirte mejor, o simplemente aceptarlo y no fustigarte ni luchar por la situación. Inspira y expira, observando tu emoción y qué ocurre cuando respiras durante 11 minutos. Seguramente se va a atenuar e incluso puede desaparecer. ¿Para qué te sirve sentirla? ¿En qué te ayuda sentirla? Quizás te puedes focalizar en las emociones positivas que te generan el resto de los asistentes.
Y por último, al igual que el mes pasado, ELIGE UNA PALABRA MANTRA PARA LA OCASIÓN, por ejemplo, ”calma”, “sonríe”, “disfruta”,… repítelo a menudo para predisponerte a una actitud diferente.
La felicidad consiste en
tomar con alegría lo que la vida nos da
y soltar con la misma alegría
lo que la vida nos quita
– San Agustín –
¡Felices Cenas!