Hola, queridísima amiga, ¿qué tal estas? Confiamos en que tu sabiduría consciente te haya permitido disfrutar al máximo de todos los momentos vividos.
De alguna manera, estás cada vez más despierta y atenta a todo lo que acontece dentro y fuera de ti. Me atrevería a decir, que ya consigues observar cada experiencia desde una mente de principiante, donde de manera intencionada pones la atención con una mirada nueva y fresca. O si lo quieres expresar de otro modo, “con otros ojos” o “con curiosidad y expectación”, y conseguir así divisar nuevas perspectivas que en el modo automático, no habías contemplado. Recuerda que nuestra visión de la realidad, siempre es incompleta y sesgada, de modo, que puede coincidir o no con la de los demás. Por ello, usar la mente de principiante es imprescindible para vivir cada vez más desde la atención plena.
Y desde aquí, te vamos a instar a realizar 10 respiraciones profundas y conscientes como si fuera la primera vez que realizas el ejercicio. Obsérvate, así como a tu respiración y tu cuerpo, para aplicar una mirada nueva en cada inspiración y cada expiración… cómo si fueras un marciano que lo hace por primera vez, y que se halla con algo nuevo y diferente. Y ahora, dinos ¿Qué hay de diferente cuando lo haces desde ahí? ¿Te ha ocurrido que es cómo una sensación de curiosidad y liviandad? Y sobre todo, ¿te has dado cuenta que tu mente estaba en off, expectante y neutra?
Queremos que hagas memoria, sobre algunos de los principios básicos de mindfulness: “no metas”,“no juzgar”, “no apegos”, y que reflexiones sobre qué filtro te aplicas cuando revisas tu historia personal, o sin ir más lejos, tu último año.
Como cada año, imaginamos que te has puesto unos super objetivos para el año 2020, y aunque sabemos que eres tenaz y persistente, también sabemos que eres ambiciosa y exigente en tus expectativas, para conseguir el propósito de mejorar tu vida.
Sabemos de tus anhelos de mejora, y de perseguir metas y objetivos, que reflexionas de manera consciente para sentirte mejor contigo misma y y en beneficios de tu propio bienestar.
Desde la práctica mindfulness, te proponemos revises tus creencias, valores y exigencias para contigo misma.
Eres una superviviente, luchadora y resiliente, y nuestra pregunta es ¿Para quién lo haces? ¿Para demostrar qué? Y ¿a quién o a quiénes? ¿Podrías hacer lo mismo, desde otro lugar más consciente y menos desgastante?
Durante nuestra más tierna infancia, hemos oído de nuestro entorno muchos comentarios sobre lo que somos capaces y no somos capaces de hacer… pero nuestro cerebro le da más notoriedad a aquellos que nos lastimaron. Por ejemplo… “¿Qué le pasa a tu dibujo? ¿Qué es? Tu hermano lo haría mejor”. “Cada vez que corres, te tropiezas, ¡qué torpeza!” “Ni te molestes en hacerlo, porque seguro que no te sale”. “Pero ¡qué buena eres y qué bien te portas!”. “Cuida de tu herman@ que para eso eres la mayor”, etc.
Haz memoria, y recuerda todas aquellas frases que te condicionaron y que todavía te condicionan en la actualidad. ¿Te has encasillado en algún personaje? Quizás la perfeccionista, o la infalible, o la que puede con todo y más, o quizás, la super saludable y organizada que se levanta a las 5 de la mañana para llegar a todo… ¿Qué persigues exactamente? Ahí detrás de tu conducta, hay unas creencias que te empujan a hacerlo de ese modo.
Hoy queremos que desde la práctica de mindfulness, sueltes y te liberes de esas creencias, que han sido adquiridas en el pasado, y que en cierto modo te subyugan y desgastan. Respira profundamente 10 veces, siendo conscientes que las dejar ir. Cierra los ojos, e imagina que son globos que dejar ir hacia el infinito, o bien que descargas tu mochila de piedras/cargas que ya no te son necesarias para este nuevo camino consciente y pleno.
Y desde ese lugar de ecuanimidad y gratitud hacia ti, y hacia aquellos que contribuyeron a tu anterior sistema de creencias, te invitamos a que practiques los 3 principios básicos de mindfulness:
“no metas”
“no apegos”
“no juicios”
Aplicar estos principios implica entender e interpretar la vida de manera que ocurra lo que ocurra, está bien.
Desdramatiza, conecta contigo y con tu esencia… Pon atención a tu grandeza interior, medita sobre ella y obsérvala a través de cada respiración. No te obsesiones con las metas, ni que la meta te subyugue en un camino desgastante. Deja ir aquello que ya no te sirve y que resulta ser un ancla para avanzar. Libérate de esas palabras y comentarios que te hirieron y condicionaron. Suéltalos. Míralos con otros ojos, y da las gracias porque te han servido para llegar hasta lo que hoy eres.
Para este año nuevo 2020, abandona la cultura del hacer con piloto automático, y conecta con la cultura del ser y hacer desde la consciencia plena.
Mente atenta, mente plena
Inspira hacia tu interior y conecta con tu calma
No juicios, háblate con amabilidad
Desidentifícate de tus pensamientos
Fluye y acepta la experiencia tal cual es
Une con tus palabras. Une con tus conductas
Lidera tu camino consciente
No apegos, observa desde la curiosidad
Expira hacia tu exterior y conecta con tu serenidad
Siente y experimenta conscientemente cada momento
Sonríe y Agradece.
¡¡¡Bienvenida al año 2020!!!